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lunes, 26 de noviembre de 2018

Guardareglas

Hacía tiempo que andaba con la idea de hacer una funda para guardar las reglas de patchwork porque sino acaban con las esquinas rotas como me ocurre con la más antigua que tengo. La primera que hice antes del verano fue la de la pequeña porque la tengo en el  costurero y es más fácil que se estropee. 


La técnica es muy fácil, me inspiré en los guardabanicos de la página Mi baúl de labores. Es sencillo de hacer y queda muy bien. La tela hace mucho que la tengo y va genial para este proyecto.


Las telas de la funda grande las compré hace poco en la tienda de Violeta, amiga y maestra, y me encantaron. Así que el domingo me armé de ganas y ya tengo donde guardar las reglas. Aquí me complique un poco más haciendo dos bolsillos, para diferentes reglas o lo que surja en el futuro.
Las telas son bastante vistosas así que no le añadí más adornos.




jueves, 11 de octubre de 2018

Sashiko, toma de contacto

Como no solo de potingues vive el hombre, en este caso yo, entre crema y ungüento de vez en cuando le doy a la aguja, últimamente bastante porque la he vuelto a retomar. Así que me animé con la técnica del sashiko. Rauda y veloz fui a ver a Violeta a su tienda, donde pierdo el sentido con las telas y detalles que tiene y como no, tenía la tela marcada ya con el dibujo, el hilo y agujas. Me faltó tiempo para empezar...
El sashiko es una técnica japonesa tradicional, que se utilizaba para remendar y reforzar la ropa. El hilo es 100% de algodón mate, generalmente blanco o azul, al igual que las telas que tradicionalmente se teñían de azul. Hay muchos diseños de dibujos que aluden a la naturaleza y la buena suerte.
En el sashiko es la tela la que se desplaza, no la aguja (no he respetado mucho eso) y hay unas normas mínimas a seguir como el no cruzar los hilos. Por lo demás es fácil.
Yo he extrañado un montón la aguja ¡una estaca! como yo las llamo, pero también es porque estoy acolchando y las agujas de acolchar se pierden entre los dedos.
Me ha gustado mucho, tanto que ya tengo en proyecto hacer unas cortinas.... proyecto de invierno.
En vez de dejar solo la tela blanca, añadí telas en tonos azules a juego con el hilo y este es el resultado.








miércoles, 8 de febrero de 2017

Ande o no ande....

La burra grande, dice el refrán, así que yo lo he aplicado en una de mis últimas labores. Tenía ganas de una bolsa donde meter todos los trastos de costura porque estoy yendo y viendo. Utilizaba una de esas bolsas de reciclaje de los supermercados, pero se me quedaba pequeña. Costurero, caja con bies, estuche, tijeras, plancha.....y un largo etc. Además me compré una base de corte grande y es un engorro andar con ella, así que adecué la bolsa a su tamaño y me ha quedado enorme, unos 67 cm de largo, 20 de ancho y cerca de 50 de alto, más o menos. Donde más coso y tengo la máquina es en casa de mi madre, que podía dejar allí las cosas, pero si tengo un rato aprovecho si tengo ganas a coser a mano, en casa. Ya me dijo mi padre que me iba a vigilar cuando me vaya de su casa a ver que me llevo porque con semejante bolsón como lo llene..... Y la verdad es que tenía que haberle hecho las asas pasando  por toda la bolsa por cuestión de peso, pero bueno, tampoco lo voy a llevar todo a todos los sitios. Ahora en casa lo tengo todo recogido en la bolsa. Y cuando salgo con ella, parece que me han echado de casa.




Las flores de adorno las ví en internet y me encantaron así que probe a hacerlas. Son fáciles y quedan muy bien.


 



Se me olvidó hacer fotos por dentro, pero le hice varios bolsos interiores y en la base forré un cartón fuerte para darle forma y que no se deforme. A la hora de lavarla se quita sin problema.




jueves, 15 de diciembre de 2016

Entre col y col

Ya lo dice el dicho: entre col y col, lechuga. Pues yo entre crema y crema....costura. Otra de mis pasiones. Lo empecé hace justo un año, pero la primavera y el verano vaguee mucho y  acabó en un rincón, me volvió a entrar la fiebre por la aguja y aquí está, acabado. ¡Ufff!!! tengo unos cuantos proyectos en pensamiento y con un poco de ganas y tiempo me pondré manos a la obra. Por ahora aquí están las fotos de lo último...







miércoles, 10 de febrero de 2016

Monederos con Boquilla

No todo van a ser pontingues. Tenía mono de costura y a ello me he dedicado algún rato. Ando detrás de un tapiz o mantel que ya mostraré cuando lo acabe.
En este caso han sido monederos. Los había visto y tenía ganas de hacerlos. En este caso uno es grande y el otro podría valer de llavero... jejee, Es tan pequeño que casi no le entran las monedas.
La tela de este me encanto. Se la vi a Violeta (la tienda donde habitualmente compro las telas) e inmediatamente pensé en hacer uno.


Hice la foto antes de ponerle la cinta de piquillo que ha quedado genial rematado.


Este es el pequeñín.... Ha quedado muy coqueto y práctico para llevarlo en el bolsillo con unas monedas y las llaves.



miércoles, 14 de mayo de 2014

Bolsa para bastidores

Hoy la entrada no es de jabones, sino de costura. Ya hace un tiempo que la hice, pero como la tenia un poco abandonada junto con la labor de bordar, pues estaba en el fondo del armario. 
Los bastidores andaban rodando de un lado a otro y cuando los necesitaba no aparecían, así que me decidí a hacerla y por una temporada deje de usarlos... Estuve bordando una toalla y me dije, esta bolsa se merece una entrada y aquí está...






martes, 28 de enero de 2014

Cuando el diablo no tiene que hacer.....

Eso lo digo a menudo cuando me da por idear alguna cosa, o no puedo estarme tranquilita, sentada en el sofá, sin hacer nada.
No todo va a ser jaboneo y potingueo, tenía la costura un poco apartada y una tarde de domingo hice unas bolsas para la balanza y una bolsita para la minibatidora. La de la balanza grande ya la tenía hecha, es la que utilizo en la cocina y no me gusta que esté por el cajón rodando sin protección. Además en más de una ocasión va y viene del pueblo y está más protegida.



Y de la pequeña, me cansé de la caja y de meter y sacar de la caja, así que me decidí a hacerle la bolsa.

Lo mismo me ocurrió con la minibatidora. Estaba cansada de la minicaja que tenía.



Por dentro le hice unos bolsitos para  meter cada uno de los brazos y que no anden sueltos dentro de la bolsa.

jueves, 10 de octubre de 2013

Perfumadores

Una manera agradable de mantener las polillas alejadas de nuestros armarios y tener un agradable aroma a campo son los perfumadores. Estos los hice de tela y están rellenos de flores de lavanda y piel de naranja que le da un toque fresco.
El relleno se  puede variar según gustos: romero, tomillo, orégano, pétalos de rosas... Pero para mí es indispensable la lavanda, me encanta...Tocar sus ramas y ese olor que desprende y te deja en las manos es... maravilloso.
Como no me puedo estar quieta ni de brazos cruzados, cuando no jaboneo, potingueo y si no le doy a la aguja, tanto de coser como de ganchillo. El caso es no parar, que  me duermo, aunque a veces si me gustaría ser de esas personas  que no hacen "ná de ná", tranquilitas en el sofá, sin estar cavilando un nuevo proyecto, una idea, como podría hacer esto... pero se me pasa rápido. Rara que es una, que le vamos a hacer.
Fotografié estos que son cuadrados pero los he hecho también con forma de corazón, de flor, a ver si tengo un ratito y los hago alguna foto. El fin de semana estuve haciéndolos de cera y como el tiempo es escaso no he podido sacarles fotos... pero prometo hacerlo.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Vestidos de Gala


La hada tiene vestidos
para todas las situaciones
en un acto divertido
le va cambiando colores.
Ella no va al almacén
ni a las tiendas de moda,
con su vara en un santiamén
los colorea sin demora.
La hada tiene vestidos
de colores muy diversos,
pintados y bien teñidos
lucen bellos todo el tiempo.


            Alejandro J. Díaz Valero

Al igual que la hada, uniendo mis dos pasiones, el jaboneo y la costura presento mis saquitos para los jabones y potingues. Esto es una pequeña muestra. Para vestirlos de colores, para regalar y para ser sorpresa....¿qué será lo de dentro? Sorpréndeme.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Colcha patchwork

Breve historia


Fuente: Internet


El patchwork es un vocablo inglés, que significa trabajo de remiendo, o lo que es lo mismo, confeccionar piezas uniendo fragmentos de telas de diferentes tipos y colores, conocido también como trabajo con parches o simplemente parche.

Los vestigios más antiguos del patchwork se remontan al Egipto de los faraones de 3000 años a.C. La colección egipcia del British Museum, en Londres, incluye una figurilla de marfil esculpido que representa a un faraón de la primera dinastía 3400 a.C. vestido con una capa acolchada. De hecho, la obra más antigua con aplicaciones textiles que se conserva también procede de esta civilización; se trata de una tienda funeraria de la reina egipcia Isi-em-keb, que data de 980 a.C..

Los siguientes datos que encontramos nos llevan al mundo de los beduinos del desierto en donde la técnica responde tanto a una necesidad económica como a una inquietud estética. Hasta el siglo pasado se producían aún muchas obras, pero su fabricación seguía particularmente viva en las tribus beduinas y los pueblos seminómadas. Como curiosidad decir que los beduinos elegían a veces a sus mujeres en función de la atracción que ejercían sobre ellos las obras textiles confeccionadas por éstas.

Fuente: Internet
Los siguientes datos nos llevan a la época de las Cruzadas, donde los soldados ingleses, franceses o españoles, cuyas armaduras de metal eran tan pesadas que apenas si podían moverse, se fijaron en la movilidad de sus adversarios, los sarracenos, que iban vestidos con trajes acolchados o con ligeras cotas de mallas. De regreso de las cruzadas, los caballeros de la Edad Media trajeron a Europa la técnica del acolchado, el patchwork y las aplicaciones que habían descubierto en banderas y tiendas de los ejércitos sarracenos. Las esposas o novias cosían chalecos o estandartes para el marido o novio que salía a la guerra; de ahí que algunos aseguren que muchos de los escudos familiares tengan su origen en esta técnica.



Cuando fueron los colonos al nuevo mundo desde Europa llevando consigo esta técnica que era muy valiosa para las pioneras americanas que confeccionaban las mantas que necesitaban con los restos de tela e incluso cuadros de ropa usada. Cosían los cuadros unos a otros formando un bonito dibujo hasta formar una gran pieza de tela que constituía la capa superior de la manta. Esta pieza resultante se acolchaba con una capa de algodón o de lana y un forro.



Ha servido desde el principio para unir a las mujeres de la familia y después a las de conjuntos tribales, las vecinas y amigas de un mismo pueblo se reunían para realizar estos trabajos. Estas reuniones permitían a las mujeres llevar una vida social fuera de casa a la vez que realizaban algo útil, se confeccionaban los quilts para el ajuar de las futuras novias. Poco a poco se depura y desarrolla favorecido por la creatividad de las quilters, deseosas de realizar obras bellas.


El patchwork moderno que conocemos proviene de lo en Norte América se conoce como el estilo de vida de los Amish.


Fuente: Internet


Los Amish son conocidos no sólo por una religiosidad estricta sino también por una vida muy austera y básica. Esta austeridad llevó a las amas de casa a aprovechar al máximo sus pertenencias y reparar los daños causados en los edredones, por uso y tiempo, con parches “patch”. La habilidad y el arte de algunas mujeres llevaron a crear verdaderas obras de arte en costura de donde sale la palabra “work”, o sea trabajo. Además de los edredones se aplico a otras ropas como chalecos, bolsos, cojines, manteles, tapices y otros.

Fuente: Internet


Fue en el siglo XVIII que esta técnica propia de los
Amish pasó a formar parte de la costura norteamericana y ahora con los grandes avances tecnológicos y de comunicación ha pasado al mundo entero con gran acogida.





Y aquí, a día de hoy, aparezco yo con mi colcha. Después de ir a un curso para aprender esta técnica, me embarque en hacer dos colchas para dos camas  de 1,50. Iba yo a empezar por una para una cunita, no, yo a lo grande. Esas os las enseñaré otro día, o podéis verlas aquí. Mientras cosía esas dos colchas, hubo un parón, mira que me gusta el patchwork, pues embarazada no hubo manera de que cogiese la aguja, vaguee bastante. Nació mi hijo y cuando comencé a acolcharlas le encantaba estar tumbado en ellas, se tapaba y jugaba con ellas. No paraba de pedirme una para él y como lo prometido es deuda..... (También me prometió que cuando tuviera su colcha nueva dormiría el solito en su cama, pero no lo ha cumplido y le encanta dormir en la grande conmigo). Como era para la casa del pueblo quería que quedara con ese toque rústico y antiguo y creo que la conseguí, el motivo de las estrellas y combinado con el long cabin me gusto.




 Me encanta hacer patchwork, hacía tiempo que no me embarcaba en ningún proyecto y ahora estoy haciéndole un camino de mesa para mi madre que se suponía era para el día de la madre, pero se está alargando. A algunas personas eso de unir piezas pequeñas y a mano les parece una barbaridad, pero a mi me encanta... me relaja un montón y es un labor que puedes coger en un ratito que tengas libre. Animo a quien no lo haya probado, engancha...