lunes, 22 de abril de 2013

El baño de los bebés

La hora del baño de los pequeños es o al menos debería ser un momento especial, para él y para nosotros. Con la vida que llevamos, las prisas, la cena, la cama, es tarde... se convierte a veces en pura rutina y se rompe el encanto y un vínculo precioso que durará toda la vida. El tacto de las manos de mamá, el aroma del baño o de su piel... todo eso queda en el subconsciente y es un poso difícil de olvidar...
Tampoco es igual bañar un bebé que un niño de 10 años, aunque también pueden disfrutar del baño pero con más independencia que "Ya soy mayor y puedo solo", así que se lo podemos poner fácil y agradable.
A los bebés les gusta el baño, están en un medio cálido que les relaja y ayuda a crear vínculos con los padres, así que a disfrutar. Para la limpieza de la piel de bebé un jabón de avena, un castilla con caléndula y leche de avena, que hidrata y suaviza sin irritar la piel.
También son muy prácticos los fondant. Se funden en el agua del baño y limpian, suavizan y ayudan a la relajación y a conciliar el sueño, sus ingredientes pueden ser variados y a elección.
Otra opción sencilla es la avena, una forma sencilla de hidratar, me encanta la textura de la arena de baño, si no se desea que esta este suelta  en el agua se puede utilizar en saquitos. 


Y después del baño, secar bien todos los pliegues de la piel  para evitar irritaciones y es el momento ideal para un masaje. El masaje tiene múltiples beneficios: psicológicos, como el contacto físico y afectivo, físicos, ayuda a eliminar y mejorar los cólicos, hidratación y nutrición de la piel, relajación. Es un momento muy especial, que agradece tanto el bebé como la mamá o el papá. Si tienes un bebé o un niño, no importa la edad, pruébalo, date tiempo y verás como no es perdido.
Personalmente me encanta el aceite de sésamo,  si se desea con un ligero aroma a talco o unas gota de a.e. lavanda, pero si hay irritaciones o es muy pequeño mejor sin nada. Además en caso de que aparezca la costra láctea, es un buen aliado así como el aceite de oliva.

Es un aceite que no es graso, desliza muy bien, ayuda a mantener el cuerpo caliente, es humectante y cura las irritaciones cutáneas. En Asia hay gran tradición de masajear a los bebés y es el aceite utilizado.
El masaje le relajará y le ayudará a conciliar el sueño.



OJO con los aceites minerales
Para obtener el aceite mineral, se retira la gasolina y el queroseno del petróleo crudo mediante calefacción. Utilizando ácido sulfúrico, aplicando absorbentes y lavando con solventes y álcalis, se retiran los hidrocarburos y los químicos. Este aceite no se absorbe en las capas superiores de la epidermis, así que deja una película grasa en la piel del bebé. Además en caso de ingestión (se chupan las manitas) es un aceite que nuestro cuerpo no absorbe ni metaboliza, como los aceites vegetales que si lo son.

Solo de pensarlo se le ponen a uno los pelos de punta. Pero la gran mayoría de los aceites que se comercializan para bebés son minerales.
Yo los utilizaba para después del baño hasta el embarazo que no lo soportaba, me olía a petróleo una barbaridad y dejé de utilizarlo. Eso me confirmó que el olfato de las embarazadas es muy fino.

Si el culete de nuestro peque da problemas de irritación del pañal, el linimento oleocalcáreo va genial e incluso se puede utilizar para limpiarle en cada cambio de pañal lo que mantendrá su culito limpio y sin heridas. Pero esta maravilla que es el linimento lo dejaremos para otra entrada.
Disfruta del baño de tus pequeños....pasa tan deprisa el tiempo, que enseguida se querrán bañar ellos solos, no te necesitarán y añorarás el tacto de su piel...

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